miércoles, 1 de noviembre de 2017

CUENTO DE HALLOWEN

eustaquio el vampiro

Había una vez una niña que se llamaba Luna, le gustaba leer historias de vampiros.
Una noche que habían salido sus padres a cenar se fue a ver la tele al salón, oyó un ruido muy fuerte, era un pequeño murciélago. Se posó en el sillón y sé convirtió en un vampiro.
Luna sé asustó mucho y el vampiro le dijo no  te asustes.  Soy Eustaquio, pero mis amigos me llaman golfo porque me gusta hacer travesuras.
Luna le preguntó: ¿cuantos años tienes? Eustaquio le respondió: 500 años.
Eustaquio le dijo: ven conmigo te voy a enseñar donde vivo. Luna se fue con él, y la llevó al cementerio, dijo Eustaquio a Luna. Aquí vive mi abuelo Drácula. Yo vivo en el castillo  de Transilvania.
Los vampiros no somos tan malos como dicen tus historias. Nos gusta la música y bailar a la luz de la luna.
Eustaquio le dijo a Luna que no debería dejarse llevar por las apariencias de las personas, sino por su corazón.
La invitó a cenar en su castillo con unos manjares muy ricos. Comieron pastel de sesos de mono, flan de mocos de lobo feroz y sangre fresca humana.
Pasaron toda la tarde jugando y bailando con la luna llena en el castillo. Se lo pasaron muy bien y se prometieron amistad eterna.


          FIN


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